No dejes de orar
- 03 Nov 2025
1 Tesalonicenses 5:17 – “Orad sin cesar.”
La oración es más que palabras; es una conversación con nuestro Padre celestial. A través de ella no solo hablamos, sino que también escuchamos la voz de Dios que nos guía con ternura y sabiduría. En la oración cultivamos intimidad con Él, como un hijo que se sienta a los pies de su padre para aprender, descansar y ser fortalecido. Es en ese diálogo constante donde nuestra fe crece y nuestro corazón se alinea con la voluntad de Dios.
Orar produce transformación. Cuando aprendemos a entregar nuestras preocupaciones y a confiar plenamente en el Señor, experimentamos su paz y su poder. “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias” (Filipenses 4:6). Donde hay oración, hay esperanza, hay dirección, y sobre todo, hay una manifestación del poder de Dios obrando en lo invisible.
Por eso, prepara tu aposento, busca ese lugar secreto donde puedas disfrutar la presencia de Dios (Mateo 6:6). No es una obligación, es un privilegio. Disfruta ese tiempo como quien pasa un momento con su mejor amigo. “Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón” (Salmo 37:4). Una vida de oración es una vida llena de propósito, paz y victoria.
Empieza hoy. Tómate unos minutos para hablar con Dios, sin prisas ni formalidades. Cuéntale lo que sientes, dale gracias y escucha su voz en silencio. Verás cómo su paz llena tu mente y su presencia transforma tu día. No dejes de orar… porque ahí, en ese encuentro íntimo, se manifiesta el poder de Dios.
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